viernes, 26 de noviembre de 2010

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

-Julio Cortázar

El Domador de Besos

El domador de besos es conocido a este y al otro lado del mundo. Le dicen el Richard Faggioni de los besos. Bien es cierto que comenzó como domador de pulgas en algún circo olvidado. Las pulgas le hacían más bien poco o ningún caso. Luego se pasó a los peces, por su pasividad, no por otra cosa. Pero tampoco se hacía con ellos. Así que cuando estaba a punto de abandonarlo todo y dedicarse a la venta de enciclopedias, se hizo domador de besos y fue entonces que alcanzó fama mundial. Cuando le preguntan en las entrevistas cómo fue que llegó a hacerse domador de besos, siempre contesta lo mismo: un beso es algo a mitad de camino entre una pulga y un pez.

El domador de besos se gana bien la vida con su trabajo y comparte piso con un pez muy besucón que sobrevivió a la época de domador de peces. Envía los besos a cualquier lugar del mundo por mensajería postal, normalmente UPS o FedEx. Pongamos un ejemplo práctico: una mujer solicita un ramillete de besos en la página web del domador de besos y puede disfrutar de innumerables ventajas como un blister de sonrojos de regalo, entrega inmediata y portes incluidos en el precio. A la hora de recibir el paquete de besos, lo único que tiene que hacer la destinataria es abrirlo como quien acude a una guateque. El resto se conoce, los besos del domador de besos le saltarán de inmediato a la frente, a las mejillas, al cuello, a los hombros, a la innegable excusa de unos omoplatos desnudos y perfectos, es posible que algún beso se cuele en lugares indebidos, hay besos con propensión a los escotes y la ropa interior, pero si una cosa tienen estos besos es que son obedientes y están garantizados por el domador de besos. Si los coge con las yemas de los dedos y los deposita suavemente en alguna zona más decorosa, por mucho que pataleen, los besos se comportarán como Dios manda, sin alzamientos. En caso -poco probable- de que el producto no sea de su agrado, el domador de besos le reembolsará el importe sin pedir explicación alguna.

(Publicado en la revista cultural "El Desembarco", Septiembre 2009)

jueves, 25 de noviembre de 2010

El Mundo Estereotipado


Ok, esto es verdaderamente chistoso, interesante y algo ofensivo, AlphaDesigner ha publicado unos mapas con los estereotipos para cada país, algo así como... para USA, Italia siempre tendrá una enorme etiqueta que diga "El Padrino"


1. El Mundo Según USA



2. Europa Según USA



3. Europa Según un Europeo



4. Europa Según El Vaticano



5. Sur América Según USA



6. Europa Según Alemania



7. Europa Según Rusia



8. Europa Según Francia



9. Europa Según Polonia




10. Europa Según Italia




11. Italia Según Italianos de la Elite




12. Europa Según Bulgaria




13. Europa Según Gran Bretaña



14. Europa Según los Gay


Imagenes extraídas de: AlphaDesigner

jueves, 18 de noviembre de 2010

Diez Lugares para hacer el amor

La oficina

Recobra el placer de trabajar…

¿Estás rodeada de colegas encantadores? El trabajo es un lugar de encuentro y acercamiento. A veces, el ligoteo sutil puede desembocar en oportunidades… Y es que qué buena sensación la de poder conferirle al mundo laboral un poco de erotismo. Intercambio de miradas, correos electrónicos, post-it… ¡Pero cuidado de no mezclar demasiado las relaciones profesionales con las personales!

El coche

Escalera al cielo

Además de ser un medio de transporte, el coche puede convertirse en un lugar donde concretar muchas fantasías eróticas. La omnipresencia del sexo en las publicidades de automóviles así lo demuestra. Para alegrarte el trayecto cotidiano, atrévete a vivir alguna que otra experiencia motorizada. Para tu seguridad, aparca el coche para evitar que termine en la cuneta o que los radares saquen fotos comprometedoras… El coche podrá llevarte al borde del mar, al campo o a un parking desértico.

Al aire libre

Lejos de la jungla de asfalto, muchas fantasías suelen tener un lado bucólico. Esto es cierto para muchos hombres, que en diferentes sondeos han admitido fantasear con hacer el amor al aire libre. Pero las mujeres, ¿se animarían? ¿Podrías soportar el cosquilleo de la arena de la playa o los pinchazos del heno de un granero? Por supuesto, ¡qué mejor que un fin de semana en el campo para que los retozos recobren el verdor de antaño!

Desnudos bajo las estrellas, en plena comunión con las fuerzas más elementales, ¡di que sí al amor carnal cien por cien bío!

Los baños del avión

¿El mejor lugar para “volar”?

Los baños de los aviones forman parte de las fantasías eróticas de muchas personas. Y es que, ¿qué mejor lugar para llegar al séptimo cielo? Pero las cosas como son: estos sitios se caracterizan por su estrechez y su falta de intimidad. De modo que los amantes deberán ejercer sus habilidades contorsionistas y, una vez fuera, poner la mejor cara de póker ante las miradas envidiosas o indignadas de una buena parte de los pasajeros. Para mayor comodidad, se recomienda a los amantes usar los baños del tren, ¡algo más espaciosos y discretos!

El tren

Los viajes en tren no tienen por qué ser siempre monótonos. Instalada en tu compartimento, te encuentras en compañía de un pasajero encantador. Sin que nadie más se dé cuenta, vuestras miradas se hacen cada más intensas e insistentes. Aunque las palabras no lleguen a romper el silencio del vagón, una verdadera complicidad se establece entre vosotros. Un guiño de ojos te invita a que le sigas. Buscáis un vagón desértico o algún rincón en el que la complicidad pueda convertirse en intimidad… A partir de ese momento sólo una cosa es cierta: ¡tus sentidos estarán a punto de descarrilar!

El ascensor

Cuando el ascensor agudiza los sentidos

Eres la última en salir de la oficina. Pero, extrañamente, el ascensor que llega a tu planta no viene vacío. Intercambio de miradas cómplices, acercamientos íntimos… Estos ascensos y descensos pueden depararte algunas sorpresas inolvidables. Pero a menos que trabajes en un rascacielos, el lugar tiene un inconveniente importante: ¡hay que darse prisa! La sensación de ser interrumpidos en cualquier instante multiplica la excitación y si el ascensor tiene una pared de vidrio, ¡aún mejor!

La piscina

Love story en la piscina

Los retozos acuáticos son más fáciles en una piscina privada, pero los más valientes intentarán rehuir del monitor de natación sin despertar sospechas. Sin embargo, para disfrutar el momento plenamente es mejor tomar algunas precauciones: asegúrate de que la temperatura del agua esté lo suficientemente caliente para evitar enfriar la pasión, utiliza un bikini para que la intimidad sea mayor y asegúrate de que ninguno de los dos es alérgico al cloro…

Pero ¿y por qué no optar por el mar y revolcarse al ritmo de las olas…?

¡Ponle un poco de sal (marina) a tu vida sexual!

El cine

Estrella por un día

Si privilegiamos los aspectos prácticos, conviene precisar que un cine poco frecuentado es preferible a uno que acoja el estreno de, digamos, el último episodio de El Señor de los Anillos… Pero si aún así quieres exteriorizar tus necesidades exhibicionistas, elige la primera sesión de la tarde. A menos que te encuentres en un cine especializado te será difícil concretar, carnalmente hablando, la excitación del momento.

Asegúrate de fingir bien para no despertar las sospechas de los espectadores. Tu talento como actriz se verá expuesto a una rigurosa prueba, pero ¿qué mejor situación para combinar el séptimo arte y el séptimo cielo?

Una habitación de hotel

Lugar privilegiado de los amores prohibidos, la habitación de un hotel permite romper la rutina. Estos espacios anónimos te permitirán darle a tus encuentros amorosos una faceta ilícita. Si prefieres que el escenario sea más elaborado, ¿por qué no elegir un hotel kitsch o uno con decoración oriental? Dale cita este mismo mediodía. Será una sorpresa que no podrá rechazar.

Los probadores

Jugueteo en el departamento de lencería

¿Tu chico te ha acompañado a hacer compras durante las rebajas? Después de la décima tienda su paciencia se agota… ¿Por qué no recompensarle con un desfile improvisado en el probador del departamento de lencería? Tendría que ser de hielo para no querer ver lo que se esconde detrás de la puerta abierta del probador. Por supuesto que corres el riesgo de que os sorprenda la vendedora (a menos que la cabina se cierre con traba) o de que os pongan una multa. Pero el gusto de la transgresión, ¿no hará de ti una amante fuera de la ley?

Referencia extraída de: yahoo.com

sábado, 13 de noviembre de 2010

Sky's Desires

Sometimes I just want to put my hands against the wind and let the sky take me away....

Erase my memory and then just be one with a cloud, lost in my empty mind....

...flying...

And sometimes I just want to stay here and feel the breeze.

Sometimes I will run away
Someday I will disappear
And that day I will be free.

Sometimes I will came back
Someday I will be here, again
And that day, another life will start.

No matter what they say
No matter what they think
The sky will be always the same
The wind will be always free
And I always will envy to have those wings.

-L.Herrera.

Imagen extraída de: weburbanist
Texto de la autoria de L. Herrera

viernes, 5 de noviembre de 2010

Sombras en la Ciudad

En lo más profundo de París, en aquellos tiempos donde la revolución bohemia estaba en su furor y la gente disfrutaba de las noches de arrabal, un solitario hombre deambulaba por las calles de la ciudad, guiado por la luz de la luna reflejada en el asfalto, llego a una plaza en un rincón de la ciudad.

Llena de gente estaba la plaza, y el hombre confundido por lo que observaba, levanto su brazo a la altura del pecho y con la otra mano corrió la manga de su traje para medir el tiempo.

“03:00 am”

Volviendo la vista a la gente se topó con la penetrante mirada de una joven gitana que se acercaba lentamente.

Cabello negro, piel morena y ojos tan oscuros como la noche, la joven se inclino y con un gesto de bienvenida apuntó hacia la muchedumbre.

El hombre guiado por la mano de la joven que se perdía rápidamente entre la gente, decidió penetrar aquella muralla humana con el deseo latente de saber que preparaba la bella gitana.

En el centro de la plaza, la gente se acumulaba alrededor de un pequeño circo burdo que, guiado por un viejo enano de barbas rojas, incitaba a la gente a bailar y cantar con euforia.

Un colorido bufón brincando saludaba mientras una mujer enana se inclinaba ante el hombre como si de la realeza se tratara.

<< Bienvenido querido amigo, te hemos esperado por años. >> gritaba el viejo enano que desde lo alto de una fuente saludaba.

La gente desaparecía a medida que los circenses cercaban al hombre, como en aquellas pesadillas donde el villano se hace cada vez más grande a medida que el soñador se encoje y de miedo se embarga.

Luego de casi dejar sin oxigeno al pobre hombre, los circenses se alejaban como dejando el escenario listo para que el hombre realizara su acto.

Un silencio sepulcral invadía toda la plaza, mientras de entre la gente, una pantera sinuosa se acercaba.

Lleno de pánico, aquel hombre intento escapar pero ahogados se vieron sus intentos, cuando de un golpe la muralla humana lo devolvió al centro de la plaza y obligado se vio a enfrentarse a la bestia.

Actitud de gladiador tomaba el hombre, y de su papel de domador se adueñaba, mientras temeroso de su cuello quitaba su corbata, para luego, lleno de miedo, ser lanzado a la batalla.

Casi sin ropa, el hombre victorioso salió de la batalla.

La gente eufórica bailando en un trance se adentraban y tan rápido se movían que solo una imagen nublosa rodeaba la plaza.

De la espesa nube de gente la gitana se acercaba.

La joven besó fuertemente al hombre y de sus labios algunas palabras escapaban.

<< Sabia que eras tú quien de mi condena me libraría. >>


Solos en la plaza ahora están y como sombras recorren la ciudad, de noche roban almas en la calle de un arrabal y en las mañanas se ocultan de la sociedad explorando sus cuerpos y ahogados en el placer de un amor sin par.


-L. Herrera.

 
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