
Ginebra, 20 ene (EFE).- Suiza es el país de los relojes por excelencia, un tópico que se articuló hace casi 500 años y que, según revela una exposición del Museo Rath de Ginebra, no es solo mérito de los suizos, sino también de los refugiados franceses y alemanes que en el siglo XVI instruyeron a los ginebrinos en el saber hacer relojero.
La muestra "La Magia de los Artesanos, tesoros de oro y esmalte" rescata genuinos ejemplos del lujo y la precisión suizas, desde minúsculos relojes de bolsillo hasta otros monumentales, pasando por collares y broches, como uno de estilo Art Nouveau de oro, diamantes y perlas que en 1907 fabricó el español...